DANI GINESTA

Dani Ginesta es guía de montaña desde hace 14 años. Su vida transcurre entre las montañas del Principado durante todo el año. Su amor y respeto por la naturaleza le han llevado a ser el profesional que hoy es; una persona entusiasmada con lo que hace y capaz de transmitirlo a quien le acompaña. Hablamos con él sobre Andorra y sobre la labor que desarrolla.


Hace 14 años que eres guía de montaña diplomado. ¿Cómo te iniciaste en este mundo?

Mi vida profesional años atrás nada tenía que ver con este mundo. Cursé estudios de comercio, mis padres tenían tiendas en Andorra y me encaminé a hacer lo que hacía la familia. Pero cuando empecé a trabajar me di cuenta de que no era el mío. En cuanto podía me escapaba a la montaña y vi que allá arriba estaba donde quería estar. En ese momento podía ser guía de montaña profesional. En Andorra tenemos la suerte de tener una escuela de profesiones de montaña (Efpem) con muy buenos profesionales que me despertaron la vertiente de guía que quizás llevaba dentro. Curiosamente desde hace unos años, colaboro con esta escuela en algunas formaciones siempre relacionadas con la montaña.


¿Cómo es hacer de tu pasión, tu profesión?

Fue un fortunazo ya que años atrás, nada lo dejaba prever. Ahora hace 14 años que me dedico a ello y me da la sensación de que empecé ayer.

 ¿Cómo recuerdas tu primera experiencia en la montaña?

La recuerdo especialmente. Cuando termines la formación de guía acompañante debes hacer unos días de tutoría con un guía ya diplomado. Precisamente el tutor de la época fue con quien todavía hoy trabajo. También recuerdo una salida de los primeros años con unos clientes japoneses que me marcó mucho por cómo eran, por la sensibilidad que tenían hacia la montaña y lo interesante que fueron aquellos 5 días y 4 noches por las montañas del Pallars.


¿En qué consiste tu profesión?

La principal función del guía de montaña es acompañar a la gente en la montaña de forma segura, pero también, y sobre todo transmitir valores de respeto hacia el medio. Esta sensibilidad, por así decirlo, la tienes o no la tienes. La profesión ofrece un gran abanico de actividades y perfiles de clientes que hacen que cada día sea diferente al anterior y que a menudo te ponen a prueba.

Aparte de ser guía, también eres árbitro de carreras de esquí de montaña, guía de senderismo, vía ferrata, BTT raquetas y esquí de montaña.


¿Cómo compaginas todas estas competencias?

Los meses del año marcan cada actividad. En invierno lo que predomina es el esquí de montaña, quizá sea la estación del año que más me gusta. Después hay épocas de senderismo en primavera o verano con una flora exuberante y una fauna de montaña que a menudo se deja ver, épocas de vía ferrata con gente más joven etc…

Cada estación es interesante y te aporta experiencias distintas.


¿Qué balance haces de estos años de carrera profesional?

En un principio no sabía cuántos años duraría, o incluso si podía ser una profesión de futuro, ya medida que pasan los años me doy cuenta que sí. Hoy en día tengo la suerte de seguir motivadísimo con todo lo que hago. Tengo la suerte también, de compartir a menudo salidas a la montañas con clientes que poco a poco también se han convertido en amigos y amigas con las que puedo seguir disfrutando.


¿Cómo ha evolucionado la profesión a lo largo de los años en el Principado?

Yo creo que bien. La evolución del turismo en general y también en nuestro país, ha hecho que la gente se acerque cada vez más hacia la naturaleza y por tanto a la montaña. Cada vez más la montaña se convierte en la forma de reencontrarse y huir de una vida y de una rutina a menudo aplastando… En Andorra recibimos mucho turismo y poco a poco la gente confía cada vez más en el servicio de un guía para mejorar su experiencia vivida.


¿Crees que pueden mejorarse aspectos en este sentido?

Pienso que la clave para mejorar nuestra profesión es que seamos TODOS conscientes de la importancia de preservar el medio. Si perdemos la autenticidad de nuestras montañas y de nuestra historia como país de montaña, tarde o temprano perderemos a este turista que busca experiencias simples pero rodeadas de esta naturaleza preservada que tanto nos aporta. . ¿Queremos que nuestro país sea considerado reserva de la biosfera verdad? Esperamos que así sea, y que todo esto implique que Andorra tenga que aceptar y respetar ciertas reglas del juego.


¿Danos tres consejos a tener en cuenta a la hora de ir a la montaña?

En primer lugar informarse de todo lo que tiene que ver con el itinerario, la meteo y adaptar la equipación en función de lo que quiero hacer. En segundo lugar, ir acompañado de un amigo o amiga con quien desees compartir la experiencia. Por último, disfrutar y hacer disfrutar, ya que así es cómo haremos que todo el mundo sea consciente de la importancia de preservar.


¿Cómo se presenta la temporada de verano?

Se presenta muy bien. La gente viene muy motivada y contenta, con ganas de girar página y realizar un paréntesis en estos tiempos convulsos que estamos viviendo actualmente.

¡¡Soy optimista!!