No hay ninguna duda. El oro es y continuará siendo el metal precioso perfecto. Pero realmente ¿qué es el que nos fascina tanto de él y por qué? ¿El hecho que sea material escaso? ¿Quizás sus propiedades flexibles y antioxidantes? ¿O más bien su brillo cautivador?

Sea como sea, lo cierto es que el oro forma parte de nuestra sociedad desde hace miles de años -en la época del Antiguo Egipto ya se utilizaba para hacer grandes joyas y para decorar tumbas de la realeza-, utilizándose cómo elemento de intercambio y como reserva de valor seguro.

Tal y como ya hicimos con el artículo de nuestro blog El diamante, el mineral invencible, hoy nos sumergimos en el apasionante mundo del oro, explicándoos todas las singularidades de este metal precioso y sus interesantes condiciones como elemento de valor seguro y, por lo tanto, como posible inversión.

Un poco de historia…

Como hemos explicado al inicio, si hablamos del origen del oro dentro de las primeras sociedades civilizadas nos tenemos que remontar muchos años atrás. Concretamente hasta la época del Antiguo Egipto, cuando el oro ya se utilizaba para diseñar grandes joyas y para adornar las tumbas de la realeza.

Después de los egipcios, que fueron la primera civilización en valorar las propiedades preciosas del oro, vendrían otros imperios, como el Inca y el de la Antigua Grecia.

Si nos centramos en el oro como bien de intercambio, tenemos que viajar algo más adelante en el tiempo, concretamente hasta el año 700 a.C, cuando los mercaderes del reino de Lidia -las actuales provincias turcas de Esmirna y Manisa- produjeron las primeras monedas de oro para comercializar bienes y servicios. Los mercaderes de Lidia todavía no lo sabían pero se convertirían en los precursores del papel moneda, que llegaría muchos años después (en 1800), momento en que los bancos decidieron que el valor del oro se podía convertir a papel moneda.

La compra de oro, una apuesta segura

Pasan los años, la sociedad evoluciona, nuestros hábitos cambian… pero siempre hay un elemento que se mantiene inalterable: el oro. No hay ninguna duda, comprar oro es una apuesta segura. Lo era hace 100 años y lo es ahora. De hecho, la inversión en oro, ya sea en joyas o en lingotes, asegura una gran estabilidad, puesto que se trata de unos de los bienes materiales que con mayor revalorización a corto y medio plazo.

En este sentido, no es de extrañar que los inversores vean el oro como una apuesta de inversión segura, puesto que tal como hemos comentado, no solo se revaloriza en el tiempo, sino que también se trata de uno de los pocos materiales que ha mantenido a lo largo de la historia su valor. Así, la compra de oro nos puede ayudar a diversificar la inversión con un valor seguro y más todavía en momentos como los actuales, donde la incertidumbre económica es una realidad.

Suïssa Joiers, especialistas en oro desde 1984

Si estás interesado/ada en adquirir cualquier pieza de oro o en la compra de lingotes, en la planta baja de The Embassy encontrarás el equipo de especialistas de Suïssa Joiers, que cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector. Su equipo te asesorará según tus preferencias y pondrá a tu disposición diferentes alternativas para poder invertir en oro, ya sea con la compra de una joya o bien con la adquisición de lingotes de diferentes gramajes.